De San Valentín al amor propio

El año pasado el día de San Valentín los estadounidenses gastaron alrededor de 19,7 mil millones de dólares, Amazon aumentó en un 1.200% sus ventas de velas para cenas románticas y los objetos con forma de corazón se dispararon más de un 400%. No es ningún secreto que el 14 de febrero es una fecha de parejas y consumo y una buena oportunidad para reflexionar sobre el amor.
Hay muchas maneras de vivir el amor a parte de gastándose dinero y unos cuantos párrafos no bastan para cubrirlas todas, así que voy a aprovechar estas líneas para desmontar algunos mitos del amor romántico y reflexionar sobre cómo expresamos nuestro amor hacia los demás.
Estoy convencida de que más de una tarjeta de San Valentín, entre corazón y corazón, contiene alguna de estas frases: “eres mi media naranja”, “no puedo vivir sin ti”, “eres la alegría de mis días” y “eres mi razón de ser”. ¡Cuidado! Lo que a primera vista puede parecer amoroso esconde un mensaje que no lo es tanto: eres la alegría de mis días, ergo si tú no estás en mis días no hay alegría.
Cuando el protagonista de nuestro amor es otro, cuando le damos ese poder a alguien y le hacemos responsable de nuestra tranquilidad y de nuestro bienestar, asumimos que esa felicidad no depende de nosotros mismos y sin esa persona nos sentimos solos tristes y vacíos.
Hoy es un buen día para recordar que el amor está en nosotros mismos, en cada acción que hacemos y en cada paso que damos y desde ahí, desde ese amor propio y esa conciencia ¡celebremos el amor! El amor hacia ese compañero o compañera de viaje que camina, corre o se sienta con nosotros en ese recorrido que es la vida y el amor también hacia nuestros propios pasos.
Así que ayuda a que las estadísticas no decaigan, compra un pack de velas en forma de corazón (que hoy te van a costar más que otros días) y enciéndelas para celebrar el amor compartido o el amor hacia ti mismo. ¿Quién dijo que San Valentín no está hecho para los solteros?